jueves, 15 de marzo de 2018

Modernismo, Jujol y Sant Joan Despí



Jujol fue colaborador personal de Gaudí y su hombre de confianza. Al terminar la carrera de arquitecto participa en la fachada, decoración y mobiliario de la Casa Batlló y se hará cargo de las obras de la Casa Milà, situadas las dos en el paseo de Gracia de Barcelona. Se le puede considerar un "artista total" porque aplicó a la arquitectura técnicas que dominaba como el "trencadis", esgrafiado, escultura y pintura.  

La visita a Sant Joan Despí, una localidad cercana a Barcelona, es obligada solo por ver la Torre de la Creu, situada cerca de la estación de ferrocarril, con la que inició Jujol su relación estrecha de arquitecto con este pueblo. En un radio de doscientos metros, se puede contemplar Can Negre, Casa Serra i Xaus, Torre Jujol y Casa Rovira.

Con la Torre de la Creu (1913-1916), Jujol se propone un edificio formado por cinco cilindros sin limitaciones estéticas y de un gran impacto visual para aquella sociedad rural de entonces.  

En Casa Serra-Xaus (1921) los esgrafiados azules y rojos y la pareja de patos sobre las ventanas muestra las habilidades estéticas del arquitecto. Es el edificio con formas más modernas de su obra. 

Con Casa Rovira (1926) se expresa la influencia agrícola y rural con los esgrafiados dedicados al campo y a la fruta.

La relación del arquitecto con Sant Joan Despí es intensa y en 1932 termina construyendo su vivienda, la Torre Jujol. La casa está formada por dos viviendas en forma de "L", decorada con esgrafiados ondulados con el color azulón.

Su sentido religioso de la vida se encuentra en el simbolismo colorista con intervenciones en la Iglesia parroquial de San Juan Bautista, frases bíblicas en el púlpito, junto a cristaleras y forja. 
El centro Jujol-Can Negre es una antigua masía del siglo XVII reformada por Jujol tras realizar Can Creu. Siguiendo el espíritu modernista con sus técnicas, realiza con este edificio una auténtica joya llena de impacto para los sentidos. Destaca el balcón terraza transformada en carroza.  

En definitiva, modernismo en vivo y en abierto a pocos kilómetros de Barcelona. 


Como curiosidad complementaria, encuentras un Buzón en el Archivo Histórico de Barcelona, de Jujol. El buzón de la Casa Ardiaca, un buzón diferente. Una de las obras por las que más destaca está casa, es por su peculiar buzón modernista, situado en la puerta y obra de Alfons Juyol. Con un significado muy especial, de forma rectangular y fabricado en mármol blanco trata de simbolizar las principales características de la justicia.

Cinco golondrinas representan la libertad de la justicia y la rapidez que todo el mundo desea en un juicio, una tortuga representa la lentitud del sistema judicial. Las hojas ( un total de 7) de hiedra simbolizan los enredos burocráticos. Y por último, y acompañando todas ellas, el buzón tiene el escudo del Colegio de Abogados de Barcelona, que si os fijáis tiene una balanza que representa la igualdad que la justicia debería de ser igual para todos. Dice la 
leyenda, que no todos los barceloneses tienen el privilegio de conocer, que acariciar el caparazón de la tortuga da buena suerte.

Jujol es un genio que eleva cualquier material a la belleza, trabajando la madera, el hierro, la piedra o la pintura sin horarios y hasta sin honorarios.



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