lunes, 18 de septiembre de 2017

Gestionar una fecha:¡18-N a Madrid!





No tenemos mucho tiempo para la movilización de Extremadura en Madrid el 18-N, y aún siendo difícil plantear una convocatoria unitaria, más difícil es traducir esa movilización en resultados para no morir en el intento y terminar en la frustración y en una recurrente autocompasión.

Considero que son dos las premisas sobre las que trabajar desde la mirada institucional y social para ese día: 
  • Gestionar el carácter inclusivo de todas las reivindicaciones ferroviarias, con prioridades, será fundamental para lograr que se visualice todo nuestro déficit histórico sostenido por unas infraestructuras del siglo XIX, que sin duda tiene una repercusión directa sobre el crecimiento y el empleo de nuestra región.                                
  • Articular la confluencia entre instituciones, partidos políticos, organizaciones sindicales y empresariales, entidades y movimientos sociales debe ser prioritario y sustantivo para que una demanda, que ya es irreversiblemente colectiva, no sea arruinada por intentos partidistas de conseguir réditos electorales. Algún intento burdo por una opción política ya ha sido expresado recientemente y esta movilización debe actuar como acción correctora de esos vicios.

Con respecto a su carácter inclusivo en relación a las diversas demandas, opino que el debate no puede ser AVE si o no frente a infraestructuras convencionales o apertura de determinadas líneas como la ya histórica del "Ruta de la Plata". Sería caer en el reduccionismo obligado que se autoimponen los pobres para optar entre comer o cenar.  Es tan evidente nuestro atraso en nuestros vetustos "caminos de hierro" que hay que articular una demanda global de Extremadura, que sirva como hoja de ruta en el tiempo para entronizar con el progreso de la media de España y sobre la que se comprometan y respondan gobiernos futuros autonómicos y centrales. El viaje será largo.

En relación al formato de esta movilización, entiendo que el debate no puede confrontarse entre si va a tener una visualización política o social en su cabeza de pancarta. Sí, es cierto que podemos achacar desidias y errores del pasado a los partidos políticos respecto al estado lastimoso de nuestras comunicaciones ferroviarias, mientras se producían movilizaciones sindicales y/o de plataformas ciudadanas en defensa del ferrocarril, pero también es cierto que la unión expresada por todos ellos junto a sindicatos, empresarios, diputaciones y alcaldes a través del Pacto por el Ferrocarril no debe ser minusvalorada porque correríamos el riesgo postmoderno, tan de moda, de caer en la postverdad y pensar que nada existió hasta que llegamos "nosotros". Al final, serán los políticos los que tengan que negociar y cerrar acuerdos. 

Avanzar en la trasversalidad de una propuesta amplia de red convencional para el transporte de los extremeños, complementada con una tecnología moderna como el AVE, imprescindible para conectar con Portugal y resto de Europa, y que en cualquier momento puede ser superada por otra más veloz, es además de compatible, necesaria para que nuestra tierra de un salto cualitativoCuando el eje mediterraneo acumula avances, no pongamos palos en la rueda del eje del sudoeste ibérico. 

Reducir la visualización de una cabecera a la presencia política frente a la social, o viceversa, sería un error de enorme magnitud, cuando hay que trabajar una opción inclusiva de compromiso político que puede, por primera vez, establecer la centralidad de esta reivindicación histórica para Extremadura. El protagonismo institucional, sindical, empresarial, de movimientos sociales, asociaciones de emigrantes y otros debe estar asegurada en esta apuesta colectiva por un #TrenDignoYa. ¡Nos la jugamos como región!.

  

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