sábado, 25 de abril de 2015

Mi voto para G.F. Vara




Confieso que es la primera vez que declaro mi voto, públicamente, antes de unas elecciones, pero considero que la situación de Extremadura es tan límite, desde el punto de vista democrático,social y económico, que estamos obligados a evitar otros cuatro años de regresión hacia una Extremadura en color sepia. Hay que dar un paso al frente para favorecer un gobierno social y de confluencia, hay que alzar la voz para evitar aumentar una brecha que nos arrastre hacia otro segundo éxodo de extremeños y extremeñas.

Si tenía claro mi voto, hoy tras escuchar lo dicho por Monago: "Un bloque de izquierdas... un bloque de hormigón te daba yo", refiriéndose a Guillermo F. Vara, me ha reafirmado el voto porque el actual presidente de Extremadura ha terminado de enseñar toda su cultura política; más cercana al 18 de julio que al mediático mayo del 68. Monago quiere acabar con todo y con todos los que supongamos un mínimo de divergencia. Solo sabe gobernar en el silencio sepulcral de los cementerios pero nuestra tierra no se puede permitir ese lujo de político necio.
 

Si viviera en Madrid, votaría por Luis García Montero, por Gabilondo o Carmena, pero vivo en Extremadura y he sufrido, como extremeño, los cuatro años más decadentes de nuestra reciente historia en democracia. Votaré a Guillermo F. Vara. Frente a la Extremadura regresiva, una Extremadura de convergencia social donde seguro que va a caber la política, también de la discrepancia normalizada y el conflicto inevitable del que seguro surgirá el crecimiento.

Votaré a Guillermo con todas las reservas y críticas hacia el PSOE y sus políticas que por momentos se han alejado del socialismo, sobre todo con el último gobierno de Zapatero. Un PSOE que en su política nacional deberá dar un giro de ciento ochenta grados a sus políticas empezando por una derogación de la Reforma Laboral reaccionaria de Rajoy, pero también la de Zapatero y dar por concluido el concordato con la Iglesia.

El PSOE, tiene mucho que socorrer, mucho que derogar, mucho que recuperar, mucho que proponer; de lo contrario, volveré a estar contra sus políticas. Pero confío en Guillermo. No hay color. Y ya no hay más tiempo para dar el voto a una ¿izquierda? que sirvió a Monago de muleta. Fue un voto inútil. Lamentable la posición de liquidación que hacen con esas siglas los que apoyaron a Monago con su abstención y con su tacticismo. Los "paracaidistas" que aterrizan en las localidades extremeñas para boicotear opciones críticas con su organización merecen toda mi solidaridad. Monago y Pedro, Pedro y Monago son la misma cara de una moneda y en el anverso solo queda Guillermo, capaz de dialogar, concertar y consensuar para una Extremadura de futuro.

No hay color. Entre una persona con ideología, con valores, con ética, con la humildad acumulada también en la derrota, y otros que dicen que no hay ideología o la adaptan a sus intereses personales porque le da vergüenza la que tienen, que sus valores son tan efímeros como un minuto y medio de luces de neón, que no gobiernan porque actúan, que no hacen política porque prefiere el navajeo tabernario. No hay color.
 
De la deuda que se encuentra Monago a la que ha generado hay más de 1200 millones de aumento. De los desempleados que se encuentra Monago a los que deja hay una subida de 37.000 personas en paro. Cuatro años de recortes para nada. Cuatro años de vergüenza colectiva extremeña por tener a un presidente paseante de camerinos, de obsesivos reportajes periodísticos financiados con dinero público, con una estética de circo con palmeros agradecidos.

Cuatro años de cansancio, de nadería, de artificios estériles, de desvertebración social, de vuelta a una película reconocida por cualquier extremeño de bien, como son "Los Santos Inocentes", solo que esta vez una inmensa mayoría la hemos vivido en blanco y negro.
 
Un Vara para "socorrer", para "derogar", para "proponer", para "recuperar". En otro Presidente yo no creo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario