lunes, 26 de mayo de 2014

"Hemos ganao"

  




Tras el 25-M hay una diferencia inicial importante; los unos parece que persisten en caminar de victoria en victoria hasta la derrota final, y los otros, afortunadamente, caen del burro y se abre una ligera expectativa para darle una vuelta al partido, aunque otra cosa es si al PSOE le sirve con lo que tiene, a estas alturas. 

Con el congreso se perfila un más de lo mismo, aunque cambie la dirección, y las primarias posibilita un posible rearme del partido. El PSOE se la juega en los próximos meses . En el congreso tendrá que optar, sin ambiguedades, por un pacto tal como lo expresó su jarrón chino, PP-PSOE, o asumir que debe confluir en polo de izquierdas con IU, PODEMOS y EQUO. La primera opción le llevaría al PSOE a ser un partido devaluado. La segunda, seguro que es más complicada pero será la única forma de recobrar el alma que jamás debió de perder. No es que a la derecha le asuste PODEMOS, es que el árbol se ha "meneao" y los Socialistas tendrán que saber lo que quieren ser de mayor. Y la segunda opción pone nervioso a los que han vivido por encima de nuestras posibilidades.
 
A excepción del PP, que ya tiene detectado que la bajada de de votos ha sido por un problema de comunicación, es evidente que la izquierda, en su conjunto, debe hacer autocrítica dada la fragmentación de opciones. ¿Hasta qué punto, los conocidos candidatables que todos conocemos y que están tocados, quieran o no, por la gestión de Zapatero, pueden asegurar un rumbo solido desde la óptica de un partido de izquierdas?, ¿la subida de IU es suficiente y no debería Cayo Lara dar paso a otra forma de relatar el discurso de la coalición con el paso de otras personas como A. Garzón?, ¿a pesar de la implosión de "Podemos", no debería esta organización cortar tajantemente con una incipiente deriva hacia el "Pablemos"?. En cualquier caso, la resultante debería ser favorecer, desde la autonomía de estos partidos, la confluencia para dar respuesta a los de abajo. 
En Extremadura, Monago, días antes de las elecciones tuvo un ataque de sensatez diciendo que: "Las urnas no se llenan de encuestas, se llenan de votos". Nada, ya puede aplicarse a la reflexión porque tiene un problema y Extremadura tiene una salida. Pasado el efímero momento de la coherencia, ahora dice que "sería infantil y de inmaduros extrapolar los datos", pero el árbol se ha movido. Me da que se acordará de este último mes el resto de su vida política. 
En Extremadura, IU tiene que hacer lecturas. Aunque crece, lo hace con menos fuerza que en el resto del estado, triplicando sus votos hasta los veinticuatro mil votos pero viniendo de un exiguo porcentaje. PODEMOS, sin ninguna estructura sobrepasa los dieciocho mil votos sin dejarse ver. Aunque dice Escobar que les "han calcado" el programa debería pensar por qué votan al calco y no al original. Me da que va a tener un competidor análogo en las próximas autonómicas. 

Y como resumen, gana la izquierda y pierde Monago con una perdida de más de sesenta mil votos que también es similar en el PSOE de Extremadura, pero que puede que esté mejor preparado anímicamente para salir de su desierto particular. 

Todos han perdido pero expresarlo así, sin más, sería una simplificación: El PSOE pierde con respecto a la debilidad manifiesta de su matriz en mayor medida. El PP con respecto a su matriz y con respecto a su forma austericida forma de gobernar e IU con respecto a su forma de pactar porque estos además no pueden olvidar que la subida no se produce, ni mucho menos, por el efecto Escobar. Hay un caladero de más de cuatrocientos mil votos en la abstención, en nuestra comunidad, y activarlos se hace desde la ilusión y la credibilidad. 

PODEMOS, no deja de ser un fuerte aviso al bipartidismo de la izquierda, aunque ahora le toca pasar de la mediática a la organización, a su visualización; el efecto propagandístico debe dejar paso al de las propuestas.

Toca para avanzar, confluencia social y política. Y eso se hace con generosidad, huyendo del clásico sectarismo de la izquierda. Craso error pretender jugar al sorpasso múltiple, entre las diversidad de opciones, en lugar de generar alianzas para desalojar a un enemigo tan poderoso como los mercados y los defensores del ébola. IU, rápida en lo que se mueve, hace un llamamiento "solemne" a la unidad de la izquierda.¡Bravo¡. En mi tierra, tiene tarea.

jueves, 22 de mayo de 2014

La abstención es un lujo de ricos




La abstención es un lujo que pueden permitirse los especuladores, rentistas y reaccionarios, pero precisamente ellos no lo harán porque se juegan mucho. Yo no me la puedo permitir. Con la abstención del sesenta por ciento, al parecer, el partido fraudulento que gobierna en la actualidad, ganará el 25-M. Los de arriba cuentan con unos cómplices, como una gran cantidad de ciudadanos y trabajadores que conforman a los de abajo, que no irán a votar. Son los "apolíticos", los indiferentes, los desclasados, los pusilánimes, y muchos de los desheredados hartos de tanta promesa incumplida, los abstencionistas a los que el Partido Popular induce sibilinamente a desentenderse de su derecho.  Por ello, la abstención no puede ser entendida como un castigo al partido en el poder porque no votando se aumentan las posibilidades de que vuelva a revalidarse en sus políticas que potencian la recesión social.

Podemos estar de acuerdo en los déficit de nuestros políticos y de los partidos a los que pertenecen pero la vida publica nos enseña que todo es manifiestamente empeorable, y por tanto, establecer la máxima de que todos son iguales, castiga al bienintencionado o a las opciones más sociales y beneficia al que demuestra su ineficacia o provoca medidas clasistas o antisociales. La política es necesaria y por ello debemos rescatarla de aquellos que quieren que cedamos nuestra soberanía para hacer "mangas y capirotes". El espacio que tú, como sujeto activo, no ocupas, es ocupado por arribistas o políticos lerrouxistas.
  

A estas alturas, entrar en las razones para dar una contestación a las politicas lesivas de este gobierno  resultaría un tanto cansino pero bastaría  hacer una distinción entre los que trabajan por fragmentar, marginar, criminalizar a jóvenes, mujeres, trabajadores, pensionistas, inmigrantes, homosexuales y sindicalistas, o aquellos que favorecen los valores colectivos del diálogo, la igualdad y la inclusión social. 

El 25-M, yo iré a votar, en esta ocasión, contra el PP, reconociendo que los partidos mayoritarios de la izquierda me han decepcionado y a los que seguiré reclamando convergencia de fuerzas para dar respuesta a este tsunami neoliberal que propicia la antipolítica como estrategia para usurpar un territorio conquistado por los trabajadores y ciudadanos. 

Entre la alternativa del ébole y las "ostias" contra los inmigrantes y una Europa inclusiva, hay cientos de vidas a respetar. Entre una sociedad en la que se segrega a la mujer devolviendola al pasado y su participación en una más libre, hay miles de proyectos vitales que propiciar. Entre el intento de "chinatizar" nuestro continente y encontrar un modelo de referencia para terceros hay otro modelo económico y político que construir. Entre seguir profundizando en reformas laborales reclamadas por la troika y la posibilidad de revertirla en su totalidad hay siglos de lucha. Entre criminalizar a jóvenes, mujeres, inmigrantes, trabajadores, homosexuales, o sindicalistas y propiciar una sociedad plural, hay mucha felicidad y muchos derechos en juego. En definitiva, entre la Europa del contrato social y la mercantilista del "sálvese quien pueda", hay valores a defender, hay colectivos que proteger, hay trincheras por las que resistir.

La abstención es un lujo de especuladores, y ellos si van a ir a votar y no van a pensar en tí. ¡Hay que Botarlos¡











lunes, 12 de mayo de 2014

La moción a Monago está en la calle






Obviemos el ruido que conlleva toda decisión política; bien sobre la oportunidad del debate de la región y un resultado inesperado como ha sido la moción de censura o la decisión final de IU de abtenerse. Centremos el punto de mira en la oportunidad que da a todas las fuerzas políticas en explicarse para mejorar una credibilidad en entredicho, argumentando sus decisiones y por tanto recobrando la posible legitimidad perdida. Dignifiquen el juego democrático, unos y otros, para no vivir el ejercicio de un mecanismo institucional como una deriva hacia el caos y eleven el análisis por encima de justificaciones que explican esta moción desde intereses electoralistas.
Quierasé o no, el futuro, tiene que pasar, inexorablemente por el diálogo social y político, que con Monago se hace más ausente y que puede quedar más que comprometido tras el resultado final de la moción. Porque se seguirá hablando de “futuro” sin concertarlo y realizando relatos perniciosos, invalidantes sobre las “herencias”, de unos y otros.

El miércoles la moción de censura tendrá un cierre, pero en la calle se abrirá otra, aunque sea silenciosa, que seguirá cuestionando la sacralización del Dios de las promesas y de las justificaciones vacías; porque me temo que quedará sin respuesta el cómo nos enfrentamos, lejos de cualquier tortura estadística interesada, a la implementación de la divergencia con la media española y europea.    
Pero todo parece indicar que unos seguirán en el pavoneo, otros a arrancar alguna cuota de poder y los que deberían haber mostrado mayor responsabilidad, desde una perspectiva social, en la exención de responsabilidades, toda vez que se demuestran incumplidos los mandamientos que reclamaron a Monago y que consolidan día a día a un presidente que fundamenta su acción de gobierno en la mediática estéril.
Extremadura tiene 160.300 personas desempleadas, una deuda de 2630 millones en 2013, que representa un 16% del PIB extremeño, y lo que es más evidente, no tenemos un diseño de modelo productivo de mínimos que nos soporte como región y que es necesario conformar. Todo ello, amplificado por un hecho diferencial, el nuestro, el de ser un territorio históricamente olvidado, para el que no cabe, por parte de ningún gobierno, ser resuelto, a vuela pluma, con el pago de una deuda que concluya con las responsabilidades del estado para con Extremadura.

Al parecer, cuarenta y dos mil empleos destruidos con el gobierno Monago, cincuenta mil jóvenes en paro juvenil, sesenta y tres mil personas desempleadas de larga duración y setenta mil sin ningún tipo de prestaciones por desempleo, no provoca la suficiente urgencia para una convergencia social fuera de posturas emocionales. 
Mientras, se dilata el abordaje hacia un  modelo de tejido productivo basado en la cohesión social y en la sostenibilidad, sin dar respuestas a las realidades que nos deben abrumar en el corto plazo, haciendo relatos escapistas e ilusorios basados en entelequias. Hablar de talento, emprendimiento o  recuperación, es igual al conjunto vacio si no se atiende a unos previos básicos sin los cuales Extremadura seguirá desangrándose. Expresión de esta pauperización es que alcanzamos las cotas más altas del pais en economía sumergida, derivando hacia una economía de subsistencia y evaporando recursos fundamentales para el mantenimiento de los servicios públicos extremeños. 

Son razones para mostrar la perplejidad de lo que ocurre en una región a la que se le acaba el tiempo. Razones que tienen que ver con las personas y que seguirán incidiendo en la permanencia de una moción de censura en la calle, que aunque silenciosa, tarde o temprano pondrá a cada uno en su sitio. 
Razones de urgencia, que reclaman, lejos de la mediatica subvencionada, respuestas vitales para evitar una más que definitiva e irreversible diáspora de nuestros recursos humanos. Las fuerzas políticas que dicen autodenominarse progresistas deben demostrarlo. La Asamblea extremeña no puede ser el santuario del Dios de las promesas, de las emociones líquidas y resentidas y de las justificaciones vacías.   

  • Monago, Master Nabo: http://canchales.blogspot.com/2018/04/monago-master-nabo.html


lunes, 5 de mayo de 2014

El Estado de Extremadura:¡No a un debate "Redondo"!




Artículo de Julián Carretero Castro. Secretario General de CCOO Extremadura, 
publicado en el Diario "HOY", con fecha 05-05-2014


La atonía de la economía extremeña, propiciada por las políticas austericidas imperantes en España y Europa, de las que Monago es fiel adalid, además de la degradación que está ocasionando en los servicios públicos esenciales, en los sistemas de protección y el empobrecimiento de las personas, está desguazando el tejido productivo regional y como consecuencia, propiciando un deterioro galopante de nuestro mercado de trabajo.

El cumplimiento del déficit en los ejercicios 2012 y 2013 en su mayor parte fruto de ingenierías contables e ingresos de ejercicios anteriores, para Monago ha sido un objetivo en sí mismo, desprovisto de políticas de acompañamiento para la  activación económica, productiva y del empleo, además aderezado con un comportamiento indolente de entender la acción política, que traspasa la decencia y la ética, como en el caso del retraso voluntario de la aplicación efectiva de lo presupuestado para la Renta Básica en 2013 o la reducción conscientemente de las partidas propias para atender primeras necesidades de personas y familias, trasvasando a entidades privadas caritativas, en un ejercicio cínico de caridad ajena, la obligación constitucional del Estado, que estatutariamente tiene asignada la Junta de Extremadura.

Así, el logro del déficit lejos de ser la gran ventaja comparativa para  la economía extremeña que pretende vender, es una pifia más de su inacción política, que lastrará el futuro, si no se remedia, y se sigue persistiendo en los mismos errores y en la misma actitud.

La riqueza regional alcanza ya una caída acumulada en los dos últimos años por encima de los 4 puntos. El PIB/habitante se sitúa en 15.026 euros, el más bajo del país, alejándonos al galope de la convergencia nacional y europea. La deuda pública lejos de estabilizarse se ha disparado en más de 650 millones de euros en los dos últimos ejercicios.

El ajuste fiscal “sin ton ni son” deja en un erial desolador y con muchas dificultades de futuro al tejido productivo extremeño y a su mercado de trabajo.

El crédito vivo a familias y empresas ha caído en más de 6.000 millones de euros desde 2007 y la desaparición total o parcial de empresas desde 2008 es bien palpable. Monago desde que llego al poder acumula en su mochila 42.000 empleos destruidos y 46.000 nuevas personas paradas.

La economía extremeña sigue destruyendo empleo y el paro sólo disminuye porque la gente emigra, desespera y desiste. Más de 63.000 parados llevan más de dos años buscando empleo. Extremadura ha perdido 8.500 y 6.400 habitantes en los dos últimos años, lo que no ocurría en los últimos 18 años.

Crece el riesgo de descohesión social de manera alarmante, al disminuir la cobertura en la protección por desempleo, las rentas salariales y las pensiones. Más de 65.000 personas  carecen ya de prestación o subsidio alguno, la renta básica, tras un año de su aprobación, ni está ni se le espera y el índice de pobreza alcanzó ya el 34%.

Con este panorama, el llamado “debate del estado de la región” de los próximos días en la Asamblea de Extremadura, aún viciado por Monago al hacerlo coincidir con el inicio de la campaña electoral de la europeas, con una argucia de perversión democrática para sustraer los intereses de la ciudadanía a los propios electorales, no puede ser uno más de la autocomplacencia y la propaganda.

No debe consentirse que sea un debate redondo, configurado en exclusiva para el interés mediático y de autoafirmación del personaje. Por contra, debe exigirse  un debate en el que impere la política de la verdad, frente a la política de la mentira y del anuncio que luego no se sustancia en nada y se desinfla con el paso del tiempo. Debe propiciarse un debate con las aristas y alternativas necesarias para que la gente percibamos que allí se está hablando de nosotros, de nuestra realidad y de las soluciones que necesitamos.

No puede ser un debate redondo. Debe ser un debate para analizar y enmendar lo mal hecho, para trazar planes y buscar alianzas políticas, sociales, económicas y de las distintas administraciones. Un debate para el diálogo social y la concertación. Un debate de planes de choque que detengan la sangría de las múltiples heridas por las que supura Extremadura.

No puede ser un debate redondo. Debe ser un debate para comprometerse de verdad con ese 32% de personas paradas, con esas empresas en crisis y esos sectores que se hunden en el lodo, con ese tercio de personas en el umbral de la pobreza, muchas de las cuales carecen ya de las condiciones mínimas de supervivencia.

Un debate para que no sigan deteriorándose los servicios públicos esenciales y de atención y protección a las personas. Un debate para mantener vivo nuestro ámbito rural y nuestro modelo social de convivencia. Un debate para hablar de futuro y esperanza, de jóvenes, formación, innovación, inversión, políticas sectoriales y modelo de desarrollo.

Extremadura no puede permitirse otro debate redondo más, configurado en exclusiva para la fabricación de noticias, factos y ocurrencias varias, con el solo objetivo de asegurar el poder y la supervivencia de jefes y jefecillos. No, no se puede y no sería legítimo.