viernes, 7 de febrero de 2014

El contexto del Alcalde, F. Pizarro






Una edil del Partido Popular del Ayuntamiento de Plasencia, cuando le preguntan por la cifra histórica de 5.937 personas desempleadas en la ciudad, contesta que "ese dato hay que contextualizarlo". Tiene toda la razón y deberíamos hacer todos un esfuerzo por su contextualización. 

El contexto no puede ser simplificado, aunque para explicar la subida del paro, no solo en Plasencia, sino también en Extremadura, tanto el gobierno extremeño como los voceros mediáticos del mismo han trasladado la responsabilidad del aumento, esta vez a unos opositores que les da por registrarse en el SEXPE como parados para ahorrarse las tasas de la oposición; como si este servicio público de empleo estuviera para que se registrasen esos "aguafiestas" que revientan las estadísticas. En el pasado más inmediato fueron aquellos que aspiraban a una renta básica los culpables del incremento del desempleo y seguro que tendremos en el futuro nuevos argumentos para torturar las cifras y para justificar la inutilidad de un gobierno en la lucha contra el paro, criminalizando a los que gatean por las paredes, si hace falta, para encontrar un empleo. 

Sería demagógico responsabilizar al alcalde, Fernando Pizarro en una subida del cincuenta y cinco por ciento del desempleo en la ciudad, o lo que es lo mismo un incremento de dos mil ciento tres personas que han perdido su empleo. Nunca Plasencia había conocido tan alta tasa de personas sin trabajo. Al Alcalde, solamente por contextualizar, lo que se le puede criticar es que es su partido, con sus reformas involucionistas, el responsable máximo del azote que arrasa a este país. Un partido que electoralmente es fraudulento, estructuralmente es corrupto y genéticamente es antisocial. 

Se le puede responsabilizar de no cumplir con su promesa de aquello de "lo primero el empleo", de su ineficacia como presidente de la FEMPEX, pues no ha tenido una sola iniciativa que favorezca este bien necesario, de su tendencia intrínseca, siguiendo la estela de su presidente Monago, de confundir la política con la "fotodependencia" o los fuegos artificiales más propios de personalidades ensimismadas en el arte estéril del "postureo".  

Verso "hueco" como el "trilero" de Monago, que primero nos vendió una Renta Básica que no paga, y ahora la ayuda a familias hasta 1065 euros, que al tener que ser cofinanciadas por ayuntamientos endeudados como el del Sr. Pizarro, no podrá pasar la prueba del algodón y la resultante será el conjunto vacío, igual a coste cero euros. Pero la mediática subvencionada ya ha cumplido como prensa y propaganda.  Y de la misma forma que sus jefes, vende proyectos imposibles, con movimientos de distracción, que según el uno o el otro son las balanzas fiscales o una residencia de ancianos para que se confunda la velocidad con el tocino o las churras con las "meninas". Y todo por no saber qué hacer, el uno con 160.100 personas desempleadas en nuestra tierra y el otro con los 5.937 en Plasencia. 

Sí, se le puede, al Sr. Alcalde, solamente por contextualizar, acusar de indiferencia hacia los más desprotegidos, como en el caso de integrantes del Campamento Dignidad, dificultando a ellos y a sindicalistas la difusión de sus reivindicaciones, multándoles de manera artera. Se le puede acusar de no hacer el más mínimo esfuerzo para intentar paliar, con la concertación y el diálogo que se debe presuponer a cualquier político, medidas que amortigüen los golpes de los que no quieren caridad porque quieren empleo, pero no seamos demagógicos acusándole de que el paro en Plasencia se haya incrementado, desde el inicio de su gestión un cincuenta y cinco por ciento. En ese dato hay otros culpables que diseñaron las transferencias de rentas del trabajo a las rentas de los poderosos, aunque solamente por contextualizar, él pertenezca a un partido que es electoralmente fraudulento, estructuralmente es corrupto y genéticamente es antisocial. 





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