viernes, 25 de octubre de 2013

Las prestaciones al final de su luz








La luz al final del túnel es una ilusión óptica que provoca, a su vez, un deslumbramiento en los voceros del milagro imposible. Pero el tiempo se agota, fundamentalmente para aquellos que no tienen reservas y no pueden ser dormidos con cuentos bañados en confeti. 

En un informe elaborado por la Fundación 1º de Mayo de CCOO, del tercer trimestre EPA de 2013 sobre la protección por desempleo, se incide en el proceso de perdidas de rentas de los más desfavorecidos. La tasa media del estado es ya tan solo del 33,7%; es decir, solamente uno de cada tres parados percibe prestaciones. Hay casi cuatro millones de personas paradas que no perciben ninguna prestación y la segregación con las mujeres aumentan porque tienen una tasa de protección diez puntos inferior a la de los hombres, profundizándose el deterioro en los jóvenes menores de 30 años, donde solo uno de cada seis percibe prestación, el 12,5%. Ya son más de un millón y medio de jóvenes sin prestaciones y en el último año la tasa de protección de estos ha pasado del 16,3 al 12,5%. 

Las personas entre  30 y 44 años, al representar el 40% del total son quienes conforman la media: su tasa de protección es del 37,3%. Algo menos de cuatro de cada diez percibe una prestación. Más de un millón de personas de esta edad no son perceptores de prestaciones y en el caso de las mujeres es siete puntos menos. 

Aunque son los mayores de 45 años los que cuentan con una tasa de protección mayor, solo uno de cada dos está protegido y aquí se reproduce el patrón segregador con las mujeres que tienen una tasa veintidós puntos inferior a los hombres. 

En Extremadura: Tan solo cuatro de cada diez parados percibe prestaciones, un 37,3%, lo que supone 1,8 puntos menos que hace un año. En estas prestaciones se contemplan las contributivas que significan la mitad de estas, las prestaciones de subsidios, renta activa de inserción y subsidios de los eventuales agrarios, lo que hace disminuir la calidad de las mismas, aunque nuestra comunidad se encuentre por encima de la media del estado. Entre los más destacable podemos indicar que:
  • Hay más de cien mil personas paradas que no perciben ninguna prestación. 
  • Las mujeres tienen una tasa de protección nueve puntos inferior a la de los hombres. 
  • La menor tasa de protección la tienen los jóvenes menores de 30 años: algo menos de uno de cada seis percibe prestación, el 16%. Hay casi cincuenta mil jóvenes sin prestaciones. En esta edad la tasa de las mujeres es tres puntos superior a la de los hombres.
  • Las personas entre 30 y 44 años tienen una tasa de protección del 37,9%. Algo más de uno de cada tres percibe una prestación. Más de treinta y tres mil personas de esta edad no son perceptores de prestaciones. 
  • La tasa femenina en este grupo es del 25%, trece puntos menos que en el caso de hombres.
  • En el caso de los mayores de 45 años, aunque es el colectivo donde se concentra mayor tasa de protección, cuatro de cada diez no están protegido, un 42,3% no tiene ningún tipo de prestación. En el caso de las mujeres tienen una tasa quince puntos inferior a los hombres; un 57,3% de mujeres en este grupo no tiene ningún tipo de cobertura.   

Con este panorama de contracción del consumo, de rebajas de costes laborales vías salariales y empleo, subida del IVA y caída, por tanto, de la demanda interna, acompañado de las propuestas "novedosas" de la CEOE sobre recorte en prestaciones por desempleo, podemos concluir que aunque la recesión ha terminado técnicamente, por ahora, la profundización en la crisis de las familias y de las pequeñas y medianas empresas es más que inevitablemente una certeza.

miércoles, 9 de octubre de 2013

En Extremadura, el escaso empleo se degrada


La contratación acumulada en Extremadura entre Septiembre de 2011 y septiembre 2013, tras la puesta en marcha de la reforma laboral en el mes de febrero de 2011, es un indicador claro de la degradación que está sufriendo nuestro mercado de trabajo.  

En Septiembre de 2011 la contratación total acumulada en los primeros nueve meses de ese año era de 350.718 contratos, pasando a septiembre de 2013 a una contratación acumulada, en el mismo periodo, de 374.462, lo que significa un incremento en la contratación de  un 6,7%. Aparentemente podríamos caer en la tentación de pensar que estamos en el camino de la recuperación de empleo, pero no es así, todo lo contrario, avanzamos en la degradación del mismo.  
 

Al segregar la contratación en contratación indefinida y temporal, observamos que la contratación acumulada en el periodo estudiado pasa de 12.154 contratos indefinidos (contratos a tiempo completo, tiempo parcial y fijos discontinuos), aminorándose en 2013 a 10.641, lo que significa una caída del 12,5%. Por lo tanto, aunque sube la contratación, bajan los indefinidos y suben los temporales, que una vez estudiados se observa que se disparan los que son a tiempo parcial.  
 
Dentro de los contratos indefinidos, los que son a tiempo completo disminuyen desde 8.273 a 6.231 en el mismo periodo de 2013, significando un descenso del 24,7% entre los periodos señalados, aumentando sin embargo en aquellos a tiempo parcial desde 3.140 a 4.036 con un ascenso del 22,2%. En el caso de los fijos discontinuos de 696 contratos acumulados de 2011 a los 334 en el mismo periodo de 2013, disminuyendo un 52%.

En conclusión, hasta septiembre de 2011, de cada 100 contratos realizados tres contratos y medio eran indefinidos y dos años más tarde, en septiembre de 2013 no llegan a tres. El diferencial con la media española es elocuente, donde ocho de cada cien contratos son indefinidos, aunque tampoco sea para tirar cohetes.

En relación a la contratación temporal en sus diferentes modalidades (Obras y servicios a tiempo completo y parcial, eventual por circunstancias de la producción a tiempo completo y a tiempo parcial, formación, y otros), aumenta con una subida del 7,7%, pero es la contratación temporal a tiempo parcial la que ejerce el mayor aumento en los dos últimos años con una subida global de un 55%, bajando la de a tiempo completo.


Destacan los tipos de contratos más utilizados que en el caso de los Eventuales a Tiempo completo suben un 5%, implosionando en el caso de los Eventuales a Tiempo Parcial, con un ascenso del 82%. En el caso de los contratos de Obras y Servicios a tiempo completo descienden en un 1,6%, volviéndose a reproducir el patrón en el caso de Obras y Servicios a tiempo parcial con una fuerte subida del 34,8%. El global supone una subida del 55% en la contratacion temporal a tiempo parcial.  En el caso de los contratos de formación pasan de 1.551 a 2.987, incrementándose en un 48%. 

Por tanto, parece claro que:

  1. El aumento de contratación en  el periodo estudiado de un 7,1% no debe correlacionarse con aumento de empleo, sino con un aumento del reparto del mismo y de su precarización.
  2. Los contratos indefinidos suponen en el acumulado hasta septiembre de 2011 un 3,46% del total, bajando el acumulado hasta septiembre de 2013 al 2,8%, muy por debajo de la media de España.
  3. La contratación indefinida, globalmente cae un 12,5%, aunque es a costa de la contratación a tiempo completo y fijos discontinuos, porque la contratación a tiempo parcial crece.
  4. La contratación temporal a tiempo parcial aumenta en los dos últimos años un 55%. Dentro de ella la subida es implosiva en los eventuales a tiempo parcial con un 82%. En el caso de Obras y Servicios a tiempo parcial con un 34,8%. Indudablemente esta nueva situación implica un aumento del fraude que esconden jornadas a tiempo completo, con un ahorro sustancial en los costes laborales para las empresas y una degradación de la calidad del empleo.
  5. En Extremadura, desde septiembre 2011, los contratos de Obras y Servicios a tiempo parcial suben un 34,8%.                                                                                                                        
Si es cuestión de un acto de fe tendremos que considerar que la recuperación está a la vuelta de la esquina y que se ve la luz al final del túnel. La putada es que los que no somos creyentes no esperamos que la Virgen nos eche un capote.