martes, 23 de octubre de 2012

Alianzas para la Huelga 14-N





A unos días del 14-N, todo parece indicar que los recortes y los “recortadores” cobran peso en nuestro panorama político; la derecha carpetovetónica en España, la derecha caciquil en Galicia, la postmoderna de Euskadi o la aldeana que se reactiva en Cataluña. La izquierda política aparece fragmentada, manifestándose con una abstención que debe ser oída, al menos, por los propios. Al PSOE le toca hacer una larga travesía en el desierto y no le queda otra que radicalizar un discurso y una forma de ser y de estar en coherencia con la esencia de la izquierda y tener el coraje de relevar a los amortizados, pero todo ello lo harán más rápido cuanto antes pisen, de forma textual, los adoquines de la calle frente a la moqueta de los despachos para resolver el divorcio que mantienen con la izquierda social.

El 14-N, que por primera vez articula el descontento social europeo en una contestación sin precedentes, debe ser una ocasión para facilitar el acercamiento de una fragmentada izquierda política, desgastada por la inacción de sus políticas neoliberales que la han desfigurado, consiguiendo desencantar a la izquierda real, que es la que hasta ahora, está dando respuestas en la lucha contra los recortes, supliendo el papel de oposición que le corresponde a otros.

La dimensión de este 14-N requiere de extensas alianzas que sobrepasan, en esta ocasión, lo estrictamente laboral y sindical. Alianzas con el conjunto de la ciudadanía puesto que somos una gran mayoría los afectados. En huelgas anteriores los trabajadores y trabajadoras pedíamos solidaridad con la defensa de nuestros derechos, pero en esta ocasión es también la protesta de los pensionistas, de los empleados públicos, de los estudiantes, de los jóvenes y mujeres, de los desempleados, de los dependientes y también del pequeño y mediano comercio que debería tener, en esta ocasión, la inteligencia colectiva de defender una causa común que es necesaria para su sostenibilidad y futuro en el corto espacio de tiempo; si el 14-N no cierra el PYME, seguro que cerrará al día siguiente o al otro, muy de mañana. No es momentos para el sectarismo, ni para el protagonismo partidista o para los intereses corporativos.

Al único aliado al que hay que espantar es al miedo, a la resignación o a la indiferencia, porque de lo contrario puede que estemos manifestando, como sociedad, que la organización en partidos políticos, sindicatos, organización civil es directamente proporcional a la mediocridad del conjunto de la ciudadanía que está afectada por esta estafa y las consecuencias pueden ser de una regresión socioeconómica y política que hoy, ni tan siquiera, logramos atisbar.


2 comentarios:

  1. http://www.diariovasco.com/elecciones/paisvasco/autonomicas/2012/noticias/elecciones-pais-vasco-2012-201210221254.html

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  2. Es lo que tiene la izquierda cainita. Peguemosnos todos hasta la derrota final.

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