miércoles, 31 de octubre de 2012

Los desclasados



Recupero un artículo que escribí antes de la Huelga General del 29-S, en el 2010, cuando los desclasados, culpabilizando a lo sindicatos, se justificaban  diciendo que "ya era tarde" para hacer una huelga. Ahora, corre la moda postmoderna en las manifestaciones de negar el derecho a los sindicatos de llevar sus banderas. ¿Pero quienes sois vosotros? ¿los desclasados?. Tanto esfuerzo democrático para sacar de la clandestinidad herramientas sindicales y ahora amantes del "apoliticismo" más reaccionario nos mandan escondernos. ¡Lamentable!.

"La vida les engaño con un sueño falso: aparentar ser lo que nunca podrán ser. De ahí, el grisáceo de su personal currículum. Crear desclasados ha sido y es uno de los objetivos del capitalismo, porque es el camino más corto para conseguir la fragmentación de una clase social a la que hay que mantener a raya. Facilitar la deserción de clase allana el objeto final del sistema que es el de desintegrar todo lo que suponga un obstáculo organizado y comprometido con la defensa de clase. Empleados del sector privado contra los del sector público, contratados temporales contra fijos, nativos contra inmigrantes o jóvenes contra mayores. Los iguales, cada vez más, se convierten en enemigos y el "desclasado" es la cuña perfecta para la fragmentación .

Los desclasados se caracterizan, no por aspirar a la legítima mejora de su status, sino por olvidar su procedencia y construir un relato que les aparta del compromiso que un día tuvieron sus padres con ellos, con sus vecinos o con sus compañeros de trabajo. En definitiva, con todo lo colectivo, con todo lo que a través de las emociones del orgullo de clase se ha construido para su distribución.
Los desclasados, a los que se les han dado regalado los derechos, son de una alta exigencia. Cualquier molestia que se les propicie es anticonstitucional y el estado de bienestar ha sido gratuitamente llovido del cielo; las pensiones, la igualdad de género, la salud laboral, las políticas inclusivas… No se afilian a partidos o sindicatos, porque para eso están otros, nunca se comprometen con opciones comprometidas porque ellos son “librepensadores” y el mundo, demostrado queda, ha avanzado gracias a su concepción individualista. Son “apolíticos” y las ideologías están superadas; que es tanto como decir que se encuentran en una permanente fuga de su clase social porque en su baja autoestima no se soportan en ella.

Ellos, defensores de lo suyo, de lo corporativo, por un azaroso devenir social, han podido llegar a convertirse en clase ¿dominante?; por ejemplo, en relaciones como empleadores de “sin papeles” que limpian, planchan y cocinan por todo a cien, sin cuestionarse los derechos del otro. Como buen desclasado solo existen los derechos propios.

Los desclasados, desde posiciones críticas pasivas, siempre tienen a mano a aquellos que se movilizan por algo colectivo para zarandearlos y presentarlos como chivos expiatorios de sus culpas, se muestran ágiles a la hora de participar de forma on-line o en barras de café en cómo arreglar el mundo o incluso echan espuma por la boca en los comentarios de los periódicos digitales con seudónimos que no le impliquen; aunque eso sí están prestos a enarbolar banderas, sobre un patético sustrato folclórico, cantando la efímera banda sonora de la patria líquida o de su equipo.

Producto del esfuerzo de lo público -becas, sanidad universal, prestaciones sociales,…- y de todos aquellos que trabajan por lo público, los desclasados han ido alcanzando espacios de autonomía, independencia y bienestar, pero dicen estar hartos de ser ellos los que sufragan la enseñanza para los inmigrantes, a los burócratas funcionarios, a los parados subvencionados, y por eso se apuntan al nuevo modernismo de pedir la bajada de impuestos o reclamar la “flexibilización” en la organización del trabajo porque tienen la ventaja personal de facilitar su supervivencia individual y arribista, acabando, dicen, con “viejas rémoras del pasado”, aunque estas sean las que hagan sostenible los derechos.

La fotografía que representa a los desclasados podría ser la de una figura egipcia que siempre mira para otro lado; “ésta guerra no va conmigo”, “ni éste cura es mi padre”. Para ellos, hay un camino diferente y más corto que resistir y crecer en común; que es la aplicación de un relato no duradero, camaleónico, móvil y sobre todo una narración psicológica que les evita el dilema personal y el conflicto. Lo contrario obliga a lealtades, a trabajar valores y a la toma de decisiones compartidas y para eso ya están los sindicatos de clase que negocian de todo y para todos.

La consigna interesada nos la dieron los mercados hace tiempo: "nada es para siempre". Por tanto, para qué empeñarse en mantener lazos de clase, cuando el mismo cine nos ha enseñado que engancha mucho más el carácter vertiginoso de una sucesión incontrolables de escenas, aunque sean incompresibles y solo sirvan para ocultar el conjunto vacío. De forma opuesta, el sumatorio de fotogramas espaciados, interiorizados, horneados a fuego lento, conforman un relato para los que creemos en la clase social del trabajo; como una virtud pero también como una evidencia y una estrategia de lucha.

Cada vez que nos acerquemos a cualquier movilización que cuestiona el sistema, con el concurso mediático, asistiremos al festival pernicioso de estos coriféos desclasados."

domingo, 28 de octubre de 2012

14-N: No sirve quedarse en casa.



Solo aquellos que nunca hicieron una huelga o que no tienen ganas de hacerla son los que con un rigor intelectual simplista y desclasado dicen que no sirve para nada; para ellos, los derechos que hoy tenemos nos han sido regalados como el derecho de jornada de ocho horas. Luego están los que con ardor revolucionario se niegan a ir con los sindicatos "mayoritarios" y boicotean la movilización porque es una huelga a destiempo o debía ser indefinida. Ellos, como buenos francotiradores, volcarán toda su energía en hacer la transformación social a través de facebook, pero ese día serán unos "esquiroles".

La actitud del individualista es muy común cuando te dicen que a él no le afecta, aunque este argumento,  con lo que está cayendo, se hace inviable, pues la reforma laboral ha llegado hasta para los empleados públicos y los recortes afectan a cada ciudadano en lo que denominamos el salario diferido que obtenemos a través de la sanidad, la educación, las prestaciones sociales, las infraestructuras y los transportes, etc..  

La escasez de conciencia de clase, el haberte considerado clase media y ser autoempleado  o pequeño comerciante nos lleva, equivocadamente, a creer que nos somos trabajadores, cuando la realidad es que puedes llegar a ser un obrero más precarizado aún; la subida del IVA, la bajada del consumo por desplome de los salarios y del paro, la escasez de liquidez de los bancos para mantener el negocio, la liberalización de los horarios beneficiando a las grandes cadenas no son medidas con las que un autónomo pueda estar contento. Si no cierran el 14-N, puede que cierren al día siguiente por la mañana.

Y si, claro que no estamos para perder un día de salario, pero esa ha sido de las pocas inversiones que hemos realizado, con inteligencia colectiva, los trabajadores y trabajadoras, a través de la huelga, para obtener derechos y beneficios a posteriori. Cuando alguien me dice que hay que ser imaginativos para encontrar otras armas diferentes a la huelga me sonrió porque me está evidenciado ese compañero que le tiemblan las "canillas". Nunca sirvió para nada acostarse en el sofá un día como el 14-D, el 27-E, el 20-J, el 29-M o el próximo 14-N.

Los jóvenes, con un sesenta por ciento de paro, ya no tienen escusas, porque entre otras cosas, el acolchamiento de los padres se está acabando, las posibilidades de estudiar con el objetivo de encontrar empleo se desvanecen, el acceso a becas es una entelequia y que creen, ¿que cuando encuentren un trabajo las leyes laborales o sociales no irán con él?.

Y ya no sirve eso de "esta historia no va conmigo",  porque quieren acabar con todo y con todos y una situación estable en mi puesto de trabajo hoy, no significa que mis padres o mis hijos no estén en una situación de precariedad y desahucio en un corto espacio de tiempo. O la mía propia.

Me enternezco cuando me hablan de la libertad personal de trabajar ese día, cuando hay que recordar que defendemos el derecho al trabajo los 365 días del año para todos, también para los 167.000 extremeños y extremeñas que figuran en las estadísticas de la EPA o de los más de 5.700.000 desempleados que hay en nuestro país.

La ministra Bañez, si, esa que nunca ha trabajado fuera del PP, o el presidente de la CEOE, nos dicen que no es el momento para ir a la huelga por la crisis reinante; claro, tendremos que esperar a que decidan entre su gobierno y la patronal  distribuir la riqueza, y para celebrarlo convocaríamos una huelga general.

Este gobierno fraudulento que se presentó con un programa y ejecuta lo contrario, esta estafa, que no es una crisis, se merece una respuesta colectiva, sin justificaciones para la inacción, porque ya están diseñando cómo acabar con las pensiones, cómo obligarnos a jubilarnos más tarde, cómo seguir transfiriendo la deuda privada a la deuda pública que deberemos pagar entre todos. Ha acabado el tiempo de vivir enrocado en el "síndrome del egipcio"; es decir, de vivir mirando para otro lado. De lo contrario, Rajoy seguirá agradeciéndote que formes parte de esa gran mayoría silenciosa que el 14-N va a trabajar o se queda en casa.

martes, 23 de octubre de 2012

Alianzas para la Huelga 14-N





A unos días del 14-N, todo parece indicar que los recortes y los “recortadores” cobran peso en nuestro panorama político; la derecha carpetovetónica en España, la derecha caciquil en Galicia, la postmoderna de Euskadi o la aldeana que se reactiva en Cataluña. La izquierda política aparece fragmentada, manifestándose con una abstención que debe ser oída, al menos, por los propios. Al PSOE le toca hacer una larga travesía en el desierto y no le queda otra que radicalizar un discurso y una forma de ser y de estar en coherencia con la esencia de la izquierda y tener el coraje de relevar a los amortizados, pero todo ello lo harán más rápido cuanto antes pisen, de forma textual, los adoquines de la calle frente a la moqueta de los despachos para resolver el divorcio que mantienen con la izquierda social.

El 14-N, que por primera vez articula el descontento social europeo en una contestación sin precedentes, debe ser una ocasión para facilitar el acercamiento de una fragmentada izquierda política, desgastada por la inacción de sus políticas neoliberales que la han desfigurado, consiguiendo desencantar a la izquierda real, que es la que hasta ahora, está dando respuestas en la lucha contra los recortes, supliendo el papel de oposición que le corresponde a otros.

La dimensión de este 14-N requiere de extensas alianzas que sobrepasan, en esta ocasión, lo estrictamente laboral y sindical. Alianzas con el conjunto de la ciudadanía puesto que somos una gran mayoría los afectados. En huelgas anteriores los trabajadores y trabajadoras pedíamos solidaridad con la defensa de nuestros derechos, pero en esta ocasión es también la protesta de los pensionistas, de los empleados públicos, de los estudiantes, de los jóvenes y mujeres, de los desempleados, de los dependientes y también del pequeño y mediano comercio que debería tener, en esta ocasión, la inteligencia colectiva de defender una causa común que es necesaria para su sostenibilidad y futuro en el corto espacio de tiempo; si el 14-N no cierra el PYME, seguro que cerrará al día siguiente o al otro, muy de mañana. No es momentos para el sectarismo, ni para el protagonismo partidista o para los intereses corporativos.

Al único aliado al que hay que espantar es al miedo, a la resignación o a la indiferencia, porque de lo contrario puede que estemos manifestando, como sociedad, que la organización en partidos políticos, sindicatos, organización civil es directamente proporcional a la mediocridad del conjunto de la ciudadanía que está afectada por esta estafa y las consecuencias pueden ser de una regresión socioeconómica y política que hoy, ni tan siquiera, logramos atisbar.


viernes, 19 de octubre de 2012

El PP o los “Blue Jemeres”




Ni mucho menos quiero llevar al extremo la comparación entre el  PP y los “Jemeres Rojos”; solo la utilización metafórica de su capacidad decidida para acabar con todo, con todos. En concreto, extinguir lo más próximo en el tiempo, llevarnos a otros escenarios felizmente pasados y borrar cualquier huella que recuerde la diversidad democrática. La serie de "Cuentamé" es el pasado convertido en presente, o mejor dicho es el futuro en un corto espacio de tiempo.

En coindicendias con otras ideologías totalitarias, intenta no dejar rastro del inmediato pasado. Creo, que el PP se está posicionando en esa percepción de la realidad inventada por la que piensa  que puede pasar por encima de la Constitución, de las libertades civiles, de los derechos sociales y laborales, retorciendo y torturando la legislación vigente y siendo un gobierno fraudulento con su oferta electoral.

Quieren acabar con todo y con todos, contemplando, claro, las excepciones que todos sabemos, y para ello utliza  su “intervencionismo estalinista” y “planificador” del control de los medios de comunicación, la vuelta a la política del “caciquismo”, la recuperación del espíritu bélico de las fuerzas del orden público, la persecución de jueces independientes y críticos con sus actuaciones, el cuestionamiento de los Servicios Públicos como culpables de la crisis; todo ello con la utilización enfermiza y estratégica del pensamiento ligero, el de la lluvia fina "plasmática" que cala por ser simplificador en sus mensajes, con la intención de criminalizar a funcionarios, padres y madres, alumnado, personas desempleadas, pensionistas o sindicalistas. Todo lo que se aparte de los valores del nacionalismo españolista, eclesiástico, clasista y segregador de género, es nocivo, cuestionado o deslegitimado.

Quieren acabar con todo y con todos, para transportarnos a una sociedad uniforme, vertical, segregada, exclusiva, desertizada de políticas sociales y donde todo su proyecto económico se fundamenta en la farsa de los “emprendedores”, lanzados al emprendimiento por necesidad vital y como consecuencia de una previa destrucción y destrozo del tejido productivo en su intento por alcanzar las más altas cotas del más insolidario de los neoliberalismos.

No tiene limites en su objetivo de desertizarlo todo, de arrasarlo todo. La reforma laboral, la ley Wert, el factor de sostenibilidad de las pensiones, la ley del aborto de Gallardón son algunas de las expresiones de cómo avanza el desierto social, que habrá que detener mediante la resistencia convergente y organizada.  
 

domingo, 14 de octubre de 2012

Reflexión para un debate España-Cataluña (y III)



Y entonces los padres de la Patria, más que posibilitar la unidad sobre bases de igualdad, amplificaron la transferencias de recursos humanos y financieros, aumentando los desequilibrios territoriales. La polarización industrial en el País Vasco y en Cataluña, que con anterioridad, se había fraguado gracias a políticas arancelarias y proteccionistas de España, soportadas por el conjunto de la población, significaron una profundización en nuevos desajustes sociales y económicos entre las regiones españolas.


Ahora, cuando el independentismo catalán plantea cuestiones como el expolio fiscal que recibe Cataluña, es necesario recordar la estrategia de la concentración financiera (*), mediante el intervencionismo político de la dictadura, que se realizó a partir de los sesentas, cuando se creaban circuitos cerrados y obligados para la utilización de los ahorros de aquellos territorios considerados como "improductivos", que además de servir mano de obra barata, invertían capitales "manu-militari" en áreas geográficas más ricas.

Y no podremos olvidar al denostado Instituto Nacional de Industria, cómo optó por la inversión pública en esos territorios más proclives a la concentración de recursos, facilitando subvenciones publicas a determinados sectores que se entendían como estratégicos. A todo ello, no podemos obviar el papel asignado a regiones como Extremadura, como exportadora de materia prima y recursos energéticos que les impedían generar una cultura de la transformación de sus productos y de la valorización añadida en su producción final.

Y cómo podríamos cuantificar la perdida real de capital humano con la diáspora que sufrieron territorios como Castilla, Extremadura o Andalucia. No hay deuda histórica que pudiera reparar el desequilibrio posiblemente irreversible de estos territorios que no dispusieron de más intervencionismo estatal que les favoreciera que sembrar de pueblos de colonización o ser programados para la despoblación.

No deja de ser una simplificación interesada cuando oímos que "España nos roba", de la misma manera que decir que Cataluña succionó excedentes de otros territorios. Deberíamos poner el acento en la clase social que se benefició allí de la concentración de recursos humanos y financieros  y aquí de la ausencia de tensiones y conflictos que aseguraron a caciques una población sumisa y pingües beneficios rentintas.

(*)  "El incremento de este tipo de financiación permite hablar de la existencia de un auténtico "boom de la financiación intervenida" en la segunda mitad de los años sesenta al llegarse a una situación en la cual el 47% de la financiación neta entregada por el sistema creditício al sector privado estaba intervenida directa o indirectamnete  por la administración, que a través de la fijación de plazos más largos que los habituales o tipos de interés más bajos que los existentes en el mercado, ofrecía condiciones que de hecho implicaban una subvención para los beneficiarios de estas operaciones" Tuñon de Lara.

jueves, 11 de octubre de 2012

Reflexiones para un debate España-Cataluña (II)

Confieso que me irrita, con igual intensidad, cuando oigo a Wert hablar de "españolizar" a los niños catalanes como cuando oigo a Artur Mas hablar de las "cigarras del sur". El sutrato de las dos opiniones no puede ser más reaccionario. Sinceramente, creo que estos nacionalistas, intencionadamente, provocan la confrontación para justificar su necesidad de ser, la necesidad de ser, de una forma casposa, "español" o "catalán". El uno para incustrar socialmente un discurso, que avanza, en la necesidad de recentralización de la política española y el otro para subirse en la ola del "independentismo" como estrategia para seguir obteniendo ventajas electores y fiscales. 

Considero, sin excesivo margen de error,  que todo ello está determinado por tensiones económicas y de interés partidista que debe, al menos, ante tanto tertuliano "subvencionado", cuestionarse. Al fin y al cabo, esas tensiones vienen precedidas de variables, que solemos olvidar, que han incidido e inciden en desequilibrios regionales históricos que han producido concentraciones de rentas en determinadas áreas geográficas de la misma manera que se han acumulado en una determinada clase social, que no es ni mucho menos la clase trabajadora.

Pero para valorar las reivindicaciones fiscales de los que se consideran "hormigas del norte", deberemos adentrarnos en razones más que en emociones. La respuesta económica, por la tecnocracia española y catalana, a la autarquía franquista a finales de los cincuenta, fue un Plan de Estabilización que facilitó concentración de recursos financieros a los mejor situados y sobre todo un flujo migratorio dentro y fuera de España que alivió tensiones y que, como "hormigas del sur", fuimos generando "plusvalías" por aquellos territorios de asiento. Es justo reconocer, por tanto, que el grado de concentración productiva que, en positivo, se focalizó en Cataluña, País Vasco o Madrid, produjo complementariamente nuevos desequilibrios resueltos desfavorablemente para territorios como Extremadura al despojarse de su población más activa y reteniendo la de mayor edad. Si en los años cincuenta, Extremadura alcanza una población por encima del millón y medio de personas, hoy tan solo alcanza un millón cien mil habitantes, siendo, posiblemente, una de las comunidades autónomas con la población más envejecida del Estado. 

Y Extremadura, evidentemente, debemos reconocer que no genera, no puede generar, la misma fiscalidad que Cataluña; pero sería de necios caer en la trampa de aceptar que yo, como individuo particular, no contribuyo de igual manera y en función de mis rentas de forma similar a un catalán. Desde luego, la trampa está servida por los "nacionalistas", que siempre son de derechas y como tal elaboran un discurso facil, simplificador y populista; un discurso que cala emocionalmente, más en epocas de crisis, pero alejado de los pensamientos complejos que requiere la inteligencia colectiva. La pena es que la izquierda en ocasiones y para evitar la acusación de antipatriota entra al trapo. En el siguiente artículo escribiré de cómo esos desequilibrios regionales aumentaron por políticas generadas por aquellos que nos vendían la Patria como una "unidad de destino en lo universal".

lunes, 8 de octubre de 2012

Reflexiones para un debate sobre España-Cataluña (I)


 

Las declaraciones últimas de Vara, sobre la "devolución" de extremeños a Extremadura, me han llevado a leer " El Memorial de Greuges" (Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña), documento dirigido a Alfonso XII en el año 1885, donde se le trasladaban una serie de reivindicaciones políticas y económicas con motivo del proyecto de convenio comercial entre el estado español y Gran Bretaña. El texto fue fruto teórico de la burguesía industrial catalana y considerado el primer acto político del catalanismo que tiene como objetivo la defensa de la producción catalana frente a otra producción más competitiva como es la inglesa.
Obviando del mismo todas las cuestiones relativas al derecho de Cataluña a la lengua y a la identidad, con las que estoy completamente de acuerdo, el Memorial plantea la clave que subyace a todo este follón dual entre España y Cataluña, que es la defensa, con criterios proteccionistas, reclamados por la burguesía catalana a España donde el modelo de ley de oferta y demanda solo se considera ideal dentro del Estado en el cual tiene una relación de prevalencia Cataluña y por la cual, solo ella ha sido históricamente beneficiada, mientras que el resto era perjudicado por la ausencia de precios más competitivos. Análogamente se reproducía esta misma reclamación por la industria siderúrgica en el País Vasco y por la agricultura en Castilla.

Dice el memorial: "Se ha de reconocer que la industria del nuestro país ha tenido que hacer grandes esfuerzos por sostenerse y todavía aumentar en ciertos ramos, en medio de la inestabilidad legislativa y falta de fijeza de criterio gubernamental con que ha tenido que luchar. Si bien la tendencia llamada librecambista no ha conseguido hasta ahora sus soluciones radicales a la legislación económica, se ha manifestado, no obstante, constantemente en todas las situaciones y desde hace muchos años, que es una espada de Damocles suspendida sobre la producción. Aún quedan aranceles más o menos protectores, pero no representan ninguna garantía de estabilidad (...)."
Sorprende que la burguesía cuestione la ley de oferta y demanda, solicitando ventajismos a costa de terceros. En definitiva, creo que los desequilibrios previos interegionales a este momento se potencian precisamente con lo que viene a ser la primera actuación ordenada de intelectuales y el capitalismo mercantil catalán que seguirán históricamente reproduciéndose con la Dictadura de Primo de Rivera y con la Dictadura de Franco. En este contexto es donde enmarco las declaraciones realizadas por Vara, exagerando que al hablar de expolio, por parte del nacionalismo catalán, habría que plantear los esfuerzos compartidos por el conjunto de la población española para lograr focos de crecimiento y desarrollo en determinados escenarios geográficos de España y que por ellos si entramos en el debate del "expolio fiscal" hay que poner en duda quien ha sido el expoliador y quien el expoliado. Por supuesto yo no creo que Cataluña sea la expoliadora, porque no creo en abstracciones sino, por otro lado, el expolio se genera por una realidad donde el conflicto de capital-trabajo, en un contexto de lucha de clases, vence entres posiciones desiguales.

sábado, 6 de octubre de 2012

Mañana se juega otro BARÇA-MADRID y las emociones pueden provocar una propuesta de espectáculo... carnavalesco. Para amplificar el folklorismo retrogrado que rezuma el encuentro, el Madrid debería jugar de verde con tricornio, el Barça con Barretina. Los goles deberían ser celebrados con bailes de sardanas, flexionando a lo "caganet" o vomitIvos pasodobles gritando el "Viva España". ¡ Al grito de "In-de-pen-den-cia" en el 17´14´´, los otros contestarán, cuando toque el Bernabeu, en el 14´92´´,¡"Es-pa-ña, Es-pa-ña..."¡. Y al "Puta España", su antagónico "Puta Cataluña" y viceversa. El triunfo final deberá estar aderezado con juegos florales con castellers o capotazos a vitorinos.
¿Por qué, siempre, los de abajo, nos equivocamos de enemigos?. Mientras, los que nos azuzan con el "señuelo" de la Patria, y eso sí que es una "entelequia", nos envían al "frente" mientras ellos pactan el desguace de nuestros derechos. ¡Que se jodan, los "patrioteros" de "Aquí" y los de "Allí".